El suelo radiante es la instalación de calefacción por debajo del suelo, el calor se distribuye uniformemente por toda la casa.
Hay muchas razones por las que poner suelo radiante puede ser mejor que una instalación de calefacción convencional, desde el mejor aprovechamiento del espacio (al no necesitar radiadores en las paredes) hasta una distribución del calor más uniforme que evite que en unas partes de la casa haga excesivo calor mientras que en otras partes hace frío.
Aunque hay diversos tipos de calefacción por suelo radiante (usando agua caliente, usando electricidad o usando fibra de carbono), todas tienen en común ventajas e inconvenientes.
Vamos a repasar los pros y los contras de la calefacción a través del suelo radiante.
Ventajas del suelo radiante
Como ya hemos dicho, una de las grandes ventajas es la optimización del espacio, ya que ya no es necesario poner radiadores en las paredes, liberando un importante espacio en cada habitación para poder distribuir el mobiliario de una manera mas racional.
Otra ventaja, ya mencionada, es que el calor se distribuye de una manera uniforme y constante, emanado del suelo y por tanto calentando todo el aire de la casa por igual. Esto permite tener mejor control sobre la temperatura ambiental, potencialmente permitiendo un ahorro energético importante.
La calefacción por suelo radiante no provoca corrientes de aire que remuevan el polvo, no reseca el aire ni añade humedad al aire, lo que evita la proliferación de ácaros y de otros problemas asociados.
El suelo radiante permite tanto calentar en invierno como enfriar en verano.
Inconvenientes del suelo radiente
Hay pocos inconvenientes con respecto a la calefacción de suelo radial. Son los siguientes:
Su instalación es un poco más cara que los sistemas tradicionales.
Es un sistema de alta inercia. Es decir, le cuesta más tiempo alcanzar la temperatura deseada, ya que tiene que calentar la masa de suelo que tiene por encima. Por eso es idóneo para sitios de alta ocupación y es menos útil en espacios que se ocupan sólo una parte del día.
Su mantenimiento es un pco más complejo que los sistemas tradicionales, aunque no lo necesita prácticamente.
No es recomendable poner mobiliario (camas, sillones, etc.) directamente sobre el suelo, ya que impiden la salida del calor y pueden provocar efectos indeseados sobre los materiales.
En las siguientes imágenes de nuestra cámara térmica se puede apreciar muy bien como se acumula el calor bajo una cama. Esto demuestra que con un suelo radiante no se deben poner mobiliario pegado al suelo.
Instalación profesional
Los requisitos de un suelo radiante bien instalado, como hemos comentado, para que distribuya el calor uniformemente por toda la habitación, tiene que estar instalado por profesionales.
Igualmente, a la hora de hacer mantenimiento de la instalación del suelo radiante, ésta debe ser encargada a profesionales que sepan identificar y corregir los problemas potenciales.
Conclusión
El suelo radiante es una opción perfecta para una vivienda moderna, tanto por la liberación estética que supone para el espacio como para la eficiencia energética que aporta.
Su funcionamiento “transparente» aporta un gran nivel de confort ambiental, que contribuye al desarrollo de una vida saludable en la vivienda.
Las mínimas desventajas de la calefacción radiante se ven compensadas largamente por las numerosas ventajas que aporta
Producasa es especialista en la instalación y mantenimiento de instalaciones de suelo radiante, tanto en espacios privados como públicos.
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