Este chalet, construido en los años 50, presentaba varios problemas que afectaban tanto a su estética como a su eficiencia energética y comodidad. Entre las principales deficiencias encontradas estaban:
- Falta de aislamiento térmico y acústico, lo que provocaba un alto consumo energético.
- Distribución poco funcional, con espacios desaprovechados y una escalera mal ubicada.
- Carpintería y climatización antiguas, lo que generaba grandes pérdidas de energía.
- Ausencia de terrazas o espacios exteriores bien aprovechados.
La vivienda no cumplía con las necesidades actuales de sus propietarios, por lo que se planteó una reforma integral para mejorar la distribución, incrementar la eficiencia energética y modernizar los acabados.